La ex arquera de la selección de fútbol canadiense, Karina LeBlanc, embajadora de Unicef en Canadá, y una delegación de Unicef Perú, visitaron la institución educativa Sachachorro en el distrito de Belén para impulsar la práctica del fútbol de valores como una estrategia para alejar a la niñez y adolescencia de situaciones de riesgo y violencia.
La ex arquera de la selección de fútbol canadiense, Karina LeBlanc, embajadora de Unicef en Canadá, y una delegación de Unicef Perú, visitaron la institución educativa Sachachorro en el distrito de Belén para impulsar la práctica del fútbol de valores como una estrategia para alejar a la niñez y adolescencia de situaciones de riesgo y violencia.
La comitiva tuvo un encuentro con la participación de seis equipos de fútbol con adolescentes de colegios de la zona del distrito de Belén. Los invitados fueron recibidos con danzas típicas de la región Loreto, interpretadas por el grupo Taller Cultural Sentimiento Amazónico (Tacsa).
En la cancha de juego, Karina LeBlanc compartió recomendaciones a los cuatro equipos, conformados por adolescentes hombres y mujeres, y que participarán del campeonato Fútbol por la Paz y la Convivencia, en el que un grupo de mediadores evaluó el cumplimiento de las reglas basadas en el respeto, trabajo en equipo, honestidad, resiliencia y esfuerzo.
Los visitantes participaron bailando con los chicos, luego del último juego se hicieron los acuerdos de convivencia.
“Es muy interesante ver cómo esta metodología no cuenta con árbitros sino más bien con mediadores. Me ha impresionado cómo los criterios de juego pasan no solo por la calidad deportiva, también es muy importante el juego limpio y la convivencia pacífica en la cancha de juego”, manifestó LeBlanc
Por su parte, Marilú Wiegold, representante de Unicef comentó que para el programa de cooperación que su institución desarrolla en la región Loreto, se tiene previsto un trabajo intensivo con adolescentes, mujeres y hombres.
“La práctica del deporte como un instrumento de cambio social es muy importante porque promueve en chicos y chicas el valor del trabajo en equipo, la convivencia pacífica, la disciplina y el respeto. Un chico que practica deporte más asertivo”, expresó.
Mencionó que en Perú el fútbol ha sido el gran aliado de Unicef. En la Copa América del 2004, el Mundial de fútbol Sub 17 en el 2005, cuando tocó apoyar a la niñez afectada por el terremoto de Pisco en el 2007, a los niños de la Loreto y Ucayali víctimas de las inundaciones del 2012, y hace poco en el 2017 en Piura tras el fenómeno del Niño costero.