Octubre 06, 2024
Misil balístico del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní Foto: Agencia de noticias Tasnim CC BY 4.0
La Administración del presidente Donald Trump se dispone a designar al Cuerpo de los Guardianes Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán como organización terrorista, señalaron fuentes gubernamentales al diario The Wall Street Journal.
Se trata de la primera vez que Estados Unidos incorpora a su lista de grupos terrorista al entidad militar de un país. El anuncio se llevará a cabo probablemente el lunes, y tiene como objetivo aumentar la presión sobre Teherán.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica fue creado en 1979 tras la revolución islámica y su objetivo es defender al régimen teocrático liderado por los ayatollahs. Esto es a diferencia del ejército tradicional iraní que tienen como función defender las fronteras del país.
La Guarda Revolucionaria ha acumulado un enorme poder militar, económico y político dentro de Irán, incluso es dueña de formidable entramado de empresas. Algunos analistas lo consideran como un estado dentro del estado iraní.
La “Fuerza Quds” (Jerusalén en árabe), es la unidad de elite de la Guardia Revolucionaria que opera en el exterior. Ofrece sustancial apoyo al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, a la insurgencia de los hutíes en Yemen y al grupo terrorista libanés chií Hezbolah.
Días atrás, la agencia de noticias Reuters informó que inspectores de la Organización Internacional de Energía Atómica inspeccionaron un sitio iraní que fue denunciado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, durante un discurso ofrecido en la Asamblea de la ONU, en septiembre pasado. Una de las fuentes dijo que los inspectores visitaron el sitio al menos una vez en el mes de marzo pasado, y que los resultados sobre la presunta presencia de material radioactivo no se estarán antes de junio.
Se trata de un sitio ubicado en las afueras de Teherán, que según Netanyahu alojaba quince kilogramos de material radioactivo no identificado, y según sus palabras, fueron sacados de esa instalación. Israel exigió a los inspectores de la agencia internacional de energía atómica que revisaran en lugar.
Benjamín Netanyahu y Donald Trump Foto: REUTERS Carlos Barria
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el decreto que reconoce oficialmente la soberanía israelí en los Altos del Golán.
Israel conquistó, tras ser agredido, esa región a Siria en la Guerra de los Seis Días en 1967 y extendió formalmente su control soberano sobre ella en 1981, una movida que no ha sido reconocido hasta ahora por ningún otro país.
En la Casa Blanca, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, elogió la decisión de Trump, destacando que “hace que los vínculos entre Estados Unidos e Israel sean más fuertes y más grandes que nunca”.
Benjamín Netanyahu y Donald Trump Foto: Haim Zach GPO
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá el próximo lunes con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien visitará Washington apenas dos semanas antes de las elecciones del próximo 9 de abril en Israel, y en un momento en el que la Casa Blanca ultima su plan de paz para la región.
Trump mantendrá un encuentro de trabajo con Netanyahu el lunes 25, y también cenará con él el martes 26 de marzo, informó la Casa Blanca en un comunicado.
"El presidente y el primer ministro conversarán sobre los intereses compartidos de sus dos países y sus acciones en Oriente Medio durante su encuentro de trabajo", indica la breve nota.
Netanyahu tenía previsto visitar Washington la semana que viene para participar en la conferencia anual del principal grupo de presión proisraelí en EE.UU., AIPAC, y aprovechará por tanto su viaje para reunirse de nuevo con Trump.
En 2015, Netanyahu también viajó a Washington en una fecha muy próxima a las elecciones israelíes para dar un discurso en AIPAC, y el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, decidió no reunirse con él para no dar la impresión de que la Casa Blanca tenía preferencias o quería influir en el resultado de los comicios.
El Gobierno de Trump no parece compartir esa preocupación, a juzgar por las declaraciones que hizo este lunes el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, al comienzo de un viaje a Israel.
"Siempre hay unas elecciones a la vista. Nosotros tenemos elecciones dentro de un año, ellos dentro de menos de un mes. Pero voy a Israel por la relación tan importante que tenemos", afirmó Pompeo a los periodistas que viajaban con él.
Se espera que el partido de Netanyahu, el Likud, le respalde para encabezar un nuevo mandato tras las elecciones de abril, aunque el actual primer ministro llega a los comicios afectado por la reciente acusación en su contra en tres casos de corrupción.
La Casa Blanca planea presentar después de las elecciones israelíes su plan para la paz entre Israel y los palestinos, redactado por el yerno de Trump, Jared Kushner, y el enviado estadounidense para Oriente Medio, Jason Greenblatt.
Kushner adelantó en febrero que su plan incluirá propuestas sobre cómo resolver los temas más espinosos en el conflicto, incluido "el establecimiento de fronteras", pero los palestinos han criticado duramente el enfoque de Washington y, en particular, su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. EFE y Aurora
Foto: Fuerza Aérea de Israel
El director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Dan Coats, manifestó que los ataques de Israel en Siria aumentan la posibilidad de una guerra con Irán. Coats expresó además sus preocupaciones con respecto a la influencia iraní en la región.
“Nosotros evaluamos que Irán busca evitar un conflicto armado importante con Israel”, expresó Coats al Comité Selecto de Inteligencia del Senado de EE.UU. “Sin embargo, los ataques israelíes que resultan en bajas iraníes aumentan la posibilidad de represalias convencionales iraníes contra Israel”.
"Los esfuerzos de Irán para consolidar su influencia en Siria y armar a Hezbollah han provocado ataques aéreos israelíes en enero de 2019 contra posiciones iraníes dentro de Siria y subrayan nuestra creciente preocupación por la trayectoria a largo plazo de la influencia iraní en la región y el riesgo de que el conflicto se intensifique”, apuntó Coates.
El director de la Inteligencia Nacional estadounidense añadió que el presidente sirio, Bashar al Assad, ha derrotado a la oposición y que ahora tratará de extender de nuevo su control sobre todo el país. Esto es, tratando de no involucrarse en un enfrentamiento con Turquía o Israel.
La crisis venezolana entró por primera vez formalmente al Consejo de Seguridad de la ONU, donde Washington y Moscú cruzaron fuertes acusaciones y mostraron que el país sudamericano es escenario de su pulso global
Vasily Nebenzya de Rusia y Mike Pompeo de Estados Unidos se enfrentaron en el Consejo de Seguridad de la ONU.
BBC Mundo 27.01.2019 / 11:33 am Hubo llamados a tomar posición por un lado u otro. Acusaciones de intento de golpe de Estado o desestabilización. Y hasta se desempolvaron viejas expresiones, como la de "países satélites".
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) reunido en Nueva York pareció volver a los tiempos de la Guerra Fría al abordar la crisis de Venezuela este sábado, con un choque directo entre Estados Unidos y Rusia.
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El encuentro ocurrió días después que el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, se autoproclamara el miércoles "presidente encargado" de su país y recibiera el reconocimiento de Estados Unidos, Canadá y las mayores naciones de Sudamérica.
Sin embargo, Rusia y China mantienen su respaldo al gobierno de Nicolás Maduro, que acusa a Guaidó de querer dar un "golpe de Estado" dirigido por Washington.
En este contexto, la reunión en la ONU convocada por Estados Unidos —que estuvo representado por su secretario de Estado, Michael Pompeo— concluyó sin un acuerdo entre las grandes potencias.
Pero marcó la primera vez que el Consejo de Seguridad discutió formalmente sobre Venezuela, reflejando hasta qué punto el país sudamericano se volvió un asunto de interés internacional y otro escenario del pulso global entre Washington y Moscú.

EE.UU. reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Rusia y China respaldan a Nicolás Maduro.
Primer round
La sesión comenzó por la mañana con un intento del representante ruso, Vasily Nebenzya, de evitar que se celebrara la reunión.
"Venezuela no supone una amenaza para la paz ni para la seguridad", sostuvo.
Y agregó que esa amenaza sí surge de las acciones de Estados Unidos y sus aliados, que a su juicio buscan expulsar al presidente legítimo de Venezuela.
"Esto supone un quebrantamiento del derecho internacional, el intento de Washington de orquestar un golpe de Estado", afirmó el diplomático.
Pompeo respondió que millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años, lo que abruma a los países vecinos.

Rusia intentó que la reunión no se celebrara.
"El ex presidente Maduro tiene toda la responsabilidad de esta tragedia", dijo.
"Ahora tenemos un nuevo presidente en Venezuela: Juan Guaidó, que ha prometido celebrar elecciones, devolver el orden constitucional al país y la seguridad a la región. No podemos postergar esta conversación crucial", agregó.
Finalmente, el intento ruso de evitar el debate sobre Venezuela fracasó: nueve miembros votaron a favor de seguir adelante (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Perú, Bélgica, Polonia, Kuwuait y República Dominicana), cuatro en contra (Rusia, China, Guinea Ecuatorial y Sudáfrica) y dos se abstuvieron (Indonesia y Costa de Marfil).
Washington logró así su primer objetivo del día.
"Elija un lado"
Rosemary DiCarlo, secretaria general adjunta de la ONU para asuntos políticos y consolidación de la paz, expresó luego su "honda preocupación" por Venezuela, su tensión política, la situación de los derechos humanos y el colapso de su economía.

Durante la reunión, la ONU presentó cifras sobre la situación social en Venezuela.
Presentó cifras de la ONU que señalan que 3,7 millones de venezolanos sufrieron de subalimentación entre el 2015 y 2017, que la tasa de mortalidad infantil se duplicó en los últimos años y 2,3 millones de personas abandonaron el país, sobre todo hacia naciones vecinas.
Pompeo retomó la palabra minutos después, con un desafío.
"Es el momento para que cada nación elija un lado. No más retrasos, no más tretas: o están con las fuerzas de la libertad o están aliados a Maduro y su caos", dijo el secretario de Estado.
Aseguró que "China y Rusia están apoyando un régimen fallido con la esperanza de recuperar miles de millones de dólares en inversiones mal concebidas".
Y agregó que "los matones de seguridad e inteligencia cubanos" apoyan y protegen a Maduro, enviados por el gobierno de la isla.
Pompeo indicó que espera que los diplomáticos estadounidenses que permanecen en Venezuela sean protegidos según la Convención de Viena, aunque el miércoles Maduro les dio 72 horas para abandonar el país.
"No pongan a prueba la determinación de Estados Unidos de proteger a su gente", advirtió.
Minutos después, el representante ruso afirmó que Estados Unidos convocó a la reunión como parte de un "juego sucio" para desestabilizar a Venezuela y cambiar su gobierno.

Pompeo instó a que las naciones decidieran de qué lado están.
"Los estadounidenses no han cambiado en absoluto su manera de ver a América Latina (como su) zona de interés exclusiva, un patio trasero donde pueden hacer lo que les de la gana", dijo.
Nebenzya cuestionó a Pompeo, sentado a menos de 10 metros de él, sobre la afirmación de Estados Unidos de que "todas las opciones" están sobre la mesa para Venezuela.
"¿Significa ello que Estados Unidos está dispuesto a recurrir a la fuerza armada contra un Estado soberano bajo ese pretexto inventado?", interrogó.
Sin haber respondido en la reunión, Pompeo fue consultado luego por la prensa sobre esa pregunta y dijo que evitaría "especular o hipotetizar" sobre los siguientes pasos.
"Satélites"
En un mensaje corto, el embajador chino, Ma Zhaoxu, llamó a mantener la calma y negó que la situación de Venezuela suponga una amenaza a la paz y seguridad nacional.
Los representantes del Reino Unido, Alemania y Francia reclamaron en la ONU que Maduro convoque a elecciones en Venezuela en un plazo de ocho días.

Jorge Arreaza sostuvo que EE.UU. está liderando un golpe de Estado.
De lo contrario, advirtieron, también reconocerán a Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela.
Pero el representante ruso también respondió a esto, calificándolo de "ultimátums absurdos" y "provocación".
"¿Qué le parecería a usted si la Federación de Rusia le pidiese discutir en el Consejo de Seguridad la situación de Francia y los chalecos amarillos, que también este fin de semana están manifestándose por millares en las calles?", preguntó.
El representante alemán, Christoph Heusgen, notó entonces que su colega ruso evitaba hablar sobre las "graves vulneraciones de derechos humanos" en Venezuela.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, calificó de "acción injerencista" el ultimátum europeo y sostuvo que Estados Unidos "está delante del golpe de Estado, a la vanguardia, y dicta las órdenes no sólo a la oposición venezolana sino también a los gobiernos satélites".
Arreaza negó que Guaidó pueda ser reconocido legalmente como presidente de Venezuela, dijo que el gobierno de Maduro está abierto al diálogo y admitió que hay "una situación migratoria nueva", que atribuyó a la economía del país.

Grupos de manifestantes se reunieron a las afueras de la sede de la ONU en Nueva York.
Elliot Abrams, quien el viernes fue nombrado por Pompeo para conducir la política de Estados Unidos sobre Venezuela, tomó la palabra entonces para rechazar la calificación de "satélite" de los aliados de Washington.
"Hoy hay un satélite presente aquí y es Venezuela, que desafortunadamente se convirtió en satélite de Cuba y Rusia", dijo Abrams.
El representante ruso preguntó entonces quién era Abrams, pero Arreaza demostró saberlo al recordar que fue indultado de una condena que recibió por mentir al Congreso de EE.UU. acerca del escándalo Irán-Contra en Nicaragua de los años 80.
La reunión continuó hasta la tarde. Varios países del Grupo de Lima, como Brasil y Colombia, expresaron su respaldo a Guaidó. Otros como Cuba y Nicaragua reiteraron su respaldo a Maduro. Y algunos como México y Uruguay abogaron por un nuevo proceso de negociación en Venezuela.
El último orador fue el embajador ruso, quien afirmó que más países de América Latina y el Caribe se habían manifestado a favor de Maduro que en contra.
"Estados Unidos no ha logrado sus objetivos", sostuvo. "Entonces, ¿para qué convocar a esta sesión?".

Pacifico Comunicaciones

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