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Rita Chaima fue criada como musulmana y, desde temprana edad, luchó contra la depresión hasta que conoció a Jesús. Ella cuenta su impactante testimonio en un documental llamado "In His Fights" ("En sus luchas"), producido el ministerio llamado The Last Reformation.

La mujer dijo que intentó suicidarse en tres oportunidades. "Usaba drogas, fumaba cualquier cosa ... sólo quería destruirme", relató.

En un momento, se llenó de odio y decidió unirse al grupo terrorista Estado Islámico en Siria. "Odiaba a las personas que no eran musulmanas. Los quería matar a todos", dijo.

Los videos del grupo terrorista la inspiraron. "Me encantó ver a esas personas sangrando. Vi los videos de decapitación y me encantó", relató.

Pero luego sucedió algo más. Su madre le consiguió varios libros gratuitos, y entre ellos había una Biblia. Fue entonces cuando Chaima conoció a Jesús.

"Empecé a leer la Biblia para demostrar que los cristianos estaban equivocados", dice. "¡Pero yo fui la que estaba equivocada! Y la gracia de Jesucristo comenzó a tocarme".

"Estaba leyendo sobre cosas como 'orar por mis enemigos', 'amar a mis enemigos', mientras que yo era alguien que quería matarlos", dice. "Intelectualmente, no quería aceptar la verdad de Cristo, pero Jesús comenzó a obrar en mi corazón".

Ya no pudo resistir el amor de Jesús, así que decidió seguirlo.

Cuando le contó a su familia lo que había hecho, la rechazaron. Dejaron de hablar con ella y durante meses estuvo sola en su habitación. "Era como una prisión".

Ella dice que en el pasado, la depresión la habría golpeado. Pero no esta vez. Comenzó a leer la Biblia aún más. "Jesús estaba allí conmigo. Me estaba animando. El Espíritu Santo estaba realmente allí. Lo sentí, lo supe", expresó emocionada.

Su familia musulmana la abandonó por completo, pero su historia no terminó ahí. Cuando llegó el momento de bautizar a Chaima, sucedió algo sobrenatural.

"Ni siquiera recuerdo lo que hice. Tuve que ver el video de mi bautismo. Estaba completamente loco, un demonio se manifestó, no era yo. Empecé a patear a Jon, el pastor que me estaba bautizando", dijo. explica.

Pero mientras ella se agitaba y gritaba, Jon continuó ministrándole, diciéndole al demonio que la dejara en paz, así que finalmente fue liberada y bautizada.

"Después de mi bautismo, sentí que el peso había desaparecido por completo y estaba muy emocionada de salir de allí y hacer discípulos", dice.

"Empecé a querer hablar de Jesús a todos, incluso a las personas que intentaron llevarme al terrorismo. Quería ir a verlos, decirles que estaban equivocados y que el amor verdadero los está esperando", agrega.

Y eso es exactamente lo que hace ahora, viajando con el equipo del evangelista Peter Ahlman, comparte su testimonio dondequiera que va.